
¿Qué hace valioso al software?
¿Hay algo que explique mejor la ubicuidad del software que su valor? Lo usamos para aprender, conectar, reír, crear, planificar, trabajar, vivir, escapar. Estas son cosas que necesitamos, por lo que también necesitamos al software. Y dada su increíble expresividad, parece que solo estamos comenzando a comprender la increíble gama de valor agregado que el software podría proporcionar a la civilización, con nuevas formas de utilizarlo para transformar cada parte de la experiencia humana en formas emocionantes e inquietantes. Esta profunda fuente de oportunidades va a impulsar la economía global durante algún tiempo, mientras exploramos las profundidades y los peligros del software como medio en el próximo siglo.
Pero a pesar de lo expresivo de este medio, a menudo me sorprende cómo el tapiz de valor que el software admite aún se reduce a unos pocos elementos clave de la funcionalidad, al igual que con otros medios. Las películas tienen un plano de luz 2D, con marcos sincronizados con el sonido. La impresión tiene tipografía y gráficos. Los juegos tienen reglas, un comienzo y un final. Como medio, ¿cuáles son las abstracciones fundamentales del software?
Uno de los que he observado tiene que ver con la capacidad del software para conectarnos con personas e información. Toda esta funcionalidad realmente reduce la capacidad de persistir y transmitir datos. Leer un poco, escribir un poco, enviar un poco, recibir un poco: estas son las cuatro unidades atómicas del valor de la información del software, permitiéndonos persistir en la información, distribuirla, comunicarla y aprender de ella. En cualquier nivel superior, son otros medios como el video, la música y la escritura los que proporcionan el valor, no el software.
La otra abstracción que he notado resalta la capacidad del software para completar tareas que no queremos o no podemos hacer: calcular algo, actuar en el mundo, tomar una decisión, representar algo, imprimir algo. Toda esta automatización se reduce a la capacidad de ejecutar procedimientos, que fundamentalmente están relacionados con el flujo de control. Siguiente instrucción, saltar a la instrucción, saltar si es cierto: Estas son las unidades atómicas del valor de automatización del software, lo que nos permite delegar en las computadoras una amplia gama de valiosos procedimientos. Otros medios nos han proporcionado valor de la misma manera: también usamos la biología, la química y la física para automatizar.
Más allá del control y el flujo de datos, ¿existe alguna otra abstracción irreductible que haga valioso al software? ¿Quizá alguna que todavía no se haya inventado?
Quizás los sensores basados en software serán una nueva base de valor. Los sensores que capturan la luz del mundo en forma de fotos y videos ahora son omnipresentes y crean una escala de captura sin precedentes. Los sensores que capturan identidad, como el sistema FaceID en el nuevo iPhone X de Apple, y otras características biométricas, podrían convertirse en la base de un modelo (aterrador) del mundo social. Tal vez la capacidad de imprimir objetos será una nueva base de valor, permitiendo que la humanidad finalmente cree el mundo que lo rodea con sus requisitos exactos.
Para mí, toda esta reflexión sobre los fundamentos no es solamente filosofar sin rumbo. Comprender estas fuentes fundamentales de valor representa un esfuerzo práctico para la predicción. Si podemos encontrar estos fundamentos combinándolos con nuestro entendimiento de la condición humana, podremos anticiparnos a los futuros que el software nos traerá, y a cómo van a cumplir o no con nuestros objetivos.
Fuente: https://medium.com/bits-and-behavior/what-makes-software-valuable-36a1335ad1f7